El arte de comerse a uno mismo (publicado en www.diariojujuy.com.ar)

Todo gobierno debe tener, a fin de ser identificado y diferenciado del resto del abanico partidario, un mito o valor fundamental por el cual se base el grueso de sus actividades durante el ejercicio del poder. Dicho mito está edificado sobre un cimiento ideológico de naturaleza inequívoca que impregna cada acto de gobierno fundamental.
Por ello es que el electorado, o parte del mismo, canaliza su sufragio en función del corazón del gobierno mismo, es decir de su estructura de pensamiento fundamental.
El gobierno de Néstor Kirchner, en mayor medida, y el de su esposa Cristina Fernández, han tenido mitos de gobierno muy fuertes y representativos en materia económica y social, por los que millones de personas se han sentido representados, manifestándose en tal sentido en las urnas.
Sin embargo, el actual gobierno nacional peca de un error imperdonable en materia comunicacional que viene dañando sistemáticamente su imagen ante la sociedad y desangrando su base electoral: ideologizar cada acto de gobierno.
La Sra. Presidente Fernandez ha venido desarrollando una política en materia de comunicación por la cual separa a amigos de enemigos, golpistas de demócratas, gorilas de pueblo peronista, etc.Siempre y cuando uno se pare en la vereda gubernamental o simplemente en la de enfrente es automáticamente rotulado por un epíteto que generalmente acude a ideologías o sentimientos pasionales que provocan disenso.
El campo, en palabras de la presidenta, es golpista; los cacerolazos de la Plaza de Mayo fueron orquestados por la oligarquía; la soja es un yuyo y los “planes trabajar” son la patria misma.
Se gobierna construyendo disenso y no consenso. Se gobierna con amigos y enemigos. Se gobierna con un garrote y no con diálogos. En suma, no se gobierna sino que se reina.Y pareciera que el gobierno nacional se procura sus propias batallas. Inútiles, por cierto, ya que son batallas innecesarias que podrían ser evitadas y canalizadas dentro de un marco amplio de intercambios de ideas y visiones.
Para comprender la magnitud del comportamiento de este gobierno debemos recalcar que, luego del primer discurso de la presidenta después de los cortes de ruta, el rechazo de la gente arañó el 85%. Luego de su segundo discurso, tratando de enmendar su error, el rechazo bajó al 70%.
Hoy por hoy la Sra. Fernandez de Kirchner es la Jefa de Estado con peor imagen de toda América Latina, luego del inefable Alan García del Perú. Y ello a sólo seis meses de arrasar en las urnas de todo el país.
¿Qué sucedió en el medio? ¿Pasó el huracán Katrina? ¿Godzilla decidió buscar comida en nuestro país? ¿La oposición se reformuló y renació cual ave fénix? Nada de eso: sólo que el gobierno nacional no ve, no escucha, no habla.